Realizar cualquier tipo de actividad práctica relacionada con el tema, es uno de los secretos.
Aprender no es lo mismo que memorizar. El estudio es una disciplina llena de mitos y medias verdades que a menudo se enfocan a memorizar largos párrafos de texto cuando hay mejores maneras de hacerlo.
A continuación, te compartimos algunos consejos para mejorar la manera en la que estudias, según una investigación de ‘Gizmodo’.
La realidad es que la capacidad de concentración y por tanto de aprendizaje del ser humano desciende drásticamente a partir de los 25 minutos, y que la manera más efectiva para aprender es dividir las sesiones en pequeños fragmentos de aproximadamente esa duración.
1.- Estudia en sesiones de 25 minutos
La realidad es que la capacidad de concentración y por tanto de aprendizaje del ser humano desciende drásticamente a partir de los 25 minutos, y que la manera más efectiva para aprender es dividir las sesiones en pequeños fragmentos de aproximadamente esa duración.
2.- Aprende diferentes técnicas de lectura: skimming y scanning
Leer un libro de texto y entender, clasificar y diferenciar lo que se está leyendo suele ser una de las tareas claves a la hora de aprender cualquier cosa. El skimming y el scanning son dos técnicas de lectura que permiten leer grandes cantidades de texto y abordar su contenido sin tener que ir línea por línea.
SKIMMING: A menudo suele entenderse como pasear la vista por encima del texto captando palabras sueltas aquí y allá. Aunque no es 100% erróneo, hay maneras mucho más ordenadas de aplicar dicha técnica. Probablemente la mejor sea leer la primera línea de cada párrafo, únicamente. Al terminar, aunque no tendremos un conocimiento exacto del contenido del texto en nuestra cabeza habrá un bonito esquema mental de cómo está dispuesta la información y cómo podemos abordarla para su aprendizaje.
SCANNING: Al contario que el skimming, el scanning sí consiste en pasear la mirada línea tras línea cogiendo una breve noción de lo que se expone en el texto. El truco está, sin embargo, en coger varias palabras clave e irlas buscando mientras se realiza este proceso. Identifica las tres palabras clave (otra buena técnica de aprendizaje) que tienes que buscar y escanea el texto en busca de las mismas. Cada vez que la veas, subraya.
3.- Si no puedes explicarlo, no lo has entendido
Es popular el dicho de que si no eres capaz de explicarle algo a un niño de 5 años es porque no lo entiendes del todo. Aunque con sus matices, la cuestión es que tiene parte de verdad. El cerebro entiende y aprende conceptos completamente cuando es capaz de destilarlos hasta su esencia misma.
4.- La práctica suele ser mejor que la teoría
Tiene bastante que ver con lo que mencionábamos unos párrafos más arriba de exponer y explicar lo aprendido, pero la realidad es que una manera de aprender y memorizar casi sin darse cuenta es realizar cualquier tipo de actividad práctica relacionada con los mismos. Es, de hecho, la esencia detrás de las tareas escolares que se asignan a los niños.
5.- El poder del sueño
Dormir es el momento del día en el que neurológicamente hablando el cerebro se pone a trabajar como loco y a relacionar aleatoriamente conceptos, ideas y teorías. Por ello, es buena idea hacer un breve repaso de lo aprendido cinco minutos (no más) antes de dormir e irse a la cama con las ideas frescas en la cabeza. Es extremadamente curioso lo bien que funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario